El proyecto contempla dos actuaciones, cuyas Memorias ha aportado el Ayuntamiento de la Vila Joiosa: una cubrición pionera del yacimiento y una exposición permanente en Vilamuseu, que permitirá acceder al pecio al 99% de la población que no bucea.

El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo convocó las Ayudas del Programa de mejora de la competitividad y de dinamización del Patrimonio Histórico con uso turístico en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. De los 208,5 millones de inversión de la convocatoria de 2022, cuyo plazo de solicitud finalizaba el 12 de mayo de 2023, 69,5 millones de euros corresponden a las Comunidades Autónomas, para intervenciones en bienes declarados de interés cultural.

La Generalitat Valenciana ha presentado un proyecto para cada provincia, y para Alicante ha escogido el pecio Bou Ferrer, con una financiación solicitada de 960.000 euros. Es uno de los yacimientos arqueológicos sumergidos más importantes del mundo, la única de las “naves de la Bética” (Estrabón decía que eran las mayores del Imperio romano) que se puede excavar y visitar, a solo 26 metros de profundidad. Con una avería, se salió de su ruta entre Cádiz y Roma para intentar alcanzar la ciudad portuaria de Allon, donde podía ser reparada y salvar el valioso cargamento. Fue el primer pecio declarado bien de interés cultural en la Comunidad Valenciana en 2015. Desde 2013 se han realizado visitas guiadas de buceadores deportivos acompañados por miembros del proyecto y autorizadas por la Generalitat Valenciana, pioneras en Europa. En 2017 la UNESCO incluía al Bou Ferrer en los primeros 7 lugares del nuevo Registro Mundial de Mejores prácticas del Patrimonio Cultural Subacuático.

El nuevo sistema de protección permitirá las excavaciones y visitas por sectores. El sistema ha sido diseñado en la Universidad de Alicante, y es pionero por su durabilidad y resistencia, evitando pesos y tensiones al yacimiento.

La segunda actuación es una espectacular exposición permanente en Vilamuseu, donde se conserva el cargamento y elementos de la nave. El público podrá admirar una sección a escala real de la nave, reconstruida en madera, de 12 metros de manga (anchura) y el cargamento original. Mediante realidad virtual y sonido envolvente, podrá navegar en el Bou Ferrer como un marinero más, hundirse con él o bucear sin bucear en medio de la excavación, con los cuatro pisos de ánforas a cada lado.

La exposición tendrá otros sorprendentes recursos audiovisuales inmersivos, diferentes experimentos (como manejar las velas y la bomba de achique) y visitas a los laboratorios y almacenes. El montaje llevará a su máxima expresión el estándar de accesibilidad para todas las personas de Vilamuseu, reconocido internacionalmente. En caso de concesión de la Ayuda, los trabajos se desarrollarían entre finales de 2023 y comienzos de 2026.